jueves, 22 de diciembre de 2011

Lectura vacacional

La intensidad del trabajo va disminuyendo y las celebraciones se van sucediendo una tras otra, abrazos, besos y buenos deseos han sido constantes de unos días a la fecha, entre el ir y venir ayer recibí este obra como regalo de Navidad, hoy inicie su lectura que será mi compañía en mis acostumbradas visitas a las diferentes cafeterías de esta otoñal cuidad.

domingo, 18 de diciembre de 2011

La no-lectura en México | Letras Libres


La no-lectura en México

Expresar lástima sobre el nivel de lectura del mexicano promedio -que viene siendo el mexicano total- se vuelve un aburrido lugar común. Dicha queja resulta pesada cuando proviene de alguien que apenas libró la media porque en su paso se cruzó una versión acotada de Aura o una edición de los Poemínimos en solitario. Cuando se afirma, luego después, que la causa del problema estriba en la baja calidad de la educación, cosa que normalmente se dice como si se hubiera descubierto la pólvora, ya es una invitación a la violencia. Además, las clases "educadas" de nuestro país, como ha sido demostrado, son de las que menos leen.
    Queda claro que el ínfimo índice de lectura no mejorará -si es que es preciso que mejore- hasta que no se entienda cabalmente al público no-lector. Es decir, se tienen que identificar objetivamente las razones subjetivas por las cuales no se lee. Sin embargo, aquí nos encontramos con otro problema. En México hay tantas personas que no leen que se torna verdaderamente imposible hacer una tipología que comprenda todas las maneras y estilos de evadir la lectura. El mexicano no-lector abarca todas las clases y edades, grado de escolaridad, nivel de profesionismo y salud ocular. No obstante, en el abismo de la no lectura se alcanzan a vislumbrar algunas preocupantes tendencias generales.  
    Entre los no-lectores más típicos y pintorescos se encuentran aquellos que guardan cierto respeto por la lectura. Se puede llamar el "no-lector casual". Por lo general tienen conocimiento superficial del canon. Este no-lector conoce los títulos y nombres de los autores de los libros que debía de haber leído pero no leyó. Los más duchos conocen incluso los pormenores de la trama de algunos de los libros o bien pueden recitar un par de versos sueltos de algún poema. No es inusual escucharlo hacer comparaciones con Don Quijote peleando contra molinos de viento, o inspirándose con un verde que te quiero verde, por ejemplo. Su falsa lectura forma tal parte de su vida que cuando menciona un libro asegura siempre haberlo releído y se congratula con el asombro de sus cuates lectores cuando les platica que "esta releyendo" En busca del tiempo perdido como si la vida no fuera demasiado corta. Pertenece a la misma familia de no-lector aquel que no puede reconocer que no ha leído un libro. Pareciera que salvaguardan el conocimiento universal con su existencia ya que asegura haber leído cualquier libro que se le pregunte. Su poeta favorito, en el mejor de los casos, es Pablo Neruda pero normalmente prefieren a Benedeti. En su más graciosa expresión creen que Antonio Machado es un cantautor.
    Otro grupo de no-lectores se puede catalogar como "no-lector militante". El no-lector militante general no tiene remedio. Si no tiene gusto por la literatura, de cualquier tipo, no se puede hacer nada para que lea. No juzga que la literatura sea util o necesaria, ni socialmente ni para su enriquecimiento personal. Con un poco de suerte leerá el periódico por internet, las revistas del corazón o alguna publicación de estilo que le permita contribuir a una charla. Este tipo de no-lector es relativamente inofensivo. No es el caso del no-lector especializado, que se revela como uno de los tipos más alarmantes. Entre ellos se encuentran los escritores jóvenes cuyo oficio proviene del estilo de vida más o menos cool de los literatos y no de su amor por la literatura.  No leen nada que no confirme que lo que escriben es novedoso y revolucionario. Por lo mismo suelen leerse entre ellos y afirman estar cambiando el rumbo de nuestras letras. No persiguen su gusto a través del tiempo e ignoran lo que critican. Se ofenden si se les sugiere la lectura de un autor que logró lo que se proponen desde 1948 o si se les señala que su supuesto verso sin prosodia es un octosílabo coplero. No es raro que un no-lector especializado haya escrito más libros de los que ha leído. Lo más nocivo de este no-lectores que contribuye significativamente a confirmar la inutilidad de la literatura que abanderan los no-lectores militantes generales.
    Finalmente llegamos al "no-lector político" que tanto ha ocupado a los internautas en fechas recientes debido a la pifia del pre-copete presidencial en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Pero no sólo fue Peña Nieto. Cordero también se echó una después y López Obrador no conoce muy bien lo que promueve en la Cartilla Moral, de Alfonso Reyes (como evidenció Guillermo Sheridan en su blog). Este tipo de no-lector, digamos, "presidenciable", no resulta tan preocupante. En una sociedad moderna, según pretendemos ser, no se puede esperar, ni es deseable que el presidente sea un sabio enciclopédico que cuestione cada decisión desde un punto de vista filosófico y literario. Las excepciones son pocas. Vamos, desde Weber se considera al gobernante como un diletante respaldado por un aparato burocrático especializado. En este sentido es verdaderamente preocupante que los precandidatos presidenciales se rodeen de "no-lectores burocráticos" que no sepan asesorarlos de manera correcta para responder preguntas tan sencillas, en el caso de Peña Nieto y Cordero, o señalarles el fascismo velado de la Cartilla Moral en el caso del Peje. En una conversación reciente con una de las personas encargadas de diseñar la imagen de campaña de Cordero (conocencia que me hace tremer al confesar) me decía orgullosamente que en el año en curso sólo había leído dos libros y que uno de ellos era un manual para entrenar a su recién rescatado perro. Ni leer, pero, ¿cómo asesorarán estos no-lectores burocráticos a los no-lectores presidenciables sobre cosas que verdaderamente importan?  
    Consterna, además, que los precandidatos no tengan la inteligencia o por lo menos el oficio político para darle la vuelta a sencillas preguntas sobre la lectura. En la clase de "Comentario de Textos" de la carrera de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, hace más años de los que quisiera recordar, había un compañero que nunca leía. Tanto, que lo apodábamos el no-lector. Nunca leía la crónica de Altamirano o la carta de relación de Cortés que había quedado de tarea. Sin embargo, levantaba la mano, confesaba que no había leído el texto, y procedía a refutar la refutación que un compañero había hecho al comentario de otro compañero. Yo por él si votaba.

martes, 6 de diciembre de 2011

Concierto navideño

Llego la Navidad y con ella los conciertos tradicionales y demás celebraciones, esta noche el coro del estado interpreta una selección de villancicos en la sede de los industriales de la región

Es tiempo de cierres de ciclos y los inevitables balances se van apareciendo en el camino, ha sido un año bueno con muchas sorpresas y momentos gratos.

domingo, 4 de diciembre de 2011

"Bienaventurados los que leen" >> Papeles Perdidos >> Blogs EL PAÍS


"Bienaventurados los que leen"

LetoraLamuerte
por Fernando Iwasaki

DESDE HACE MESES le doy vueltas a esta frase, que está al principio del Apocalipsis, porque casi podríamos decir que el fin del mundo es una de los mejores estrategias de promoción de la lectura. ¿Cómo no recordar ese arranque rotundo al contemplar los miles y miles de visitantes de la Feria del Libro de Guadalajara? Y pensar que cada uno ha pagado algo así como un dólar para entrar.

      LectorasHe visto salones rebosantes de jóvenes para escuchar coloquios, presentaciones y conferencias. He contemplado los corredores del recinto ferial colmados de personas comprando libros, buscando dedicatorias y fotografiándose con sus autores favoritos. He mirado con asombro las interminables colas que el público entusiasta forma para conversar con un escritor, presenciar las actividades o pedir un autógrafo.

      He oído conmovido cómo los escolares y universitarios nos llaman "maestros" a todos los escritores invitados y me he quedado mudo cada vez que me han pedido que les recomiende un título para ser felices, para agradar a sus padres o para hechizar de amor a otra persona que uno supone dispuesta a dejarse seducir a través de un poema, una novela o un cuento.

      He agradecido la curiosidad intelectual de la mayoría de periodistas locales que han leído lo que tenían que leer antes de elaborar sus preguntas. Aquí nadie nos pide que le hablemos de nuestro libro, porque los profesionales que nos entrevistan son los mismos que ya nos entrevistaron en las anteriores ediciones de la FIL. El escritor Antonio Ortuño lo ha resumido así: «vine a la FIL como escolar, más tarde como periodista y desde hace tres años como escritor». ¿Cuántos más, como Antonio Ortuño, habrán crecido para la literatura gracias a la FIL Guadalajara?

       SkarmetaHe disfrutado con los amigos que apenas veo porque viven en otras ciudades e incluso en otros países. La mayoría son mexicanos como Jorge Volpi, Rafael Pérez Gay, Ignacio Padilla, Cristina Rivera Garza, Pedro Palou, Jorge Hernández, Paco Taibo, Vicente Quirarte o Xavier Velasco. Varios chilenos como Antonio Skármeta (en la foto, a la derecha), Isabel Mellado y Arturo Fontaine. Más de uno argentino: Daniel Divinsky, Ana María Shua, Guillermo Martínez y Andrés Neuman. También un par de peruanos como Enrique Planas y Santiago Roncagliolo. Y por supuesto especies únicas como el nicaragüense Sergio Ramírez, la portorriqueña Mayra Santos o la boliviana Giovanna Rivero. No puedo asegurarlo con certeza, pero seguro que más de uno desea regresar el próximo año para volver a ver a tantos amigos.

        El Apocalipsis ha engendrado una literatura rica en futuros distópicos y apocalípticos. Pienso en 1984 de Orwell, Un mundo feliz de Huxley o Farenheit 451 de Bradbury, donde la suerte de los libros iba unida al destino del mundo. Sin embargo, de un tiempo a esta parte los libros han desaparecido de los grandes relatos contemporáneos distópicos y apocalípticos como Mátrix o La Carretera, donde la humanidad lectora ha sido desplazada por legiones de zombis, esas criaturas reñidas con el libro y el jabón. ¿Cómo no echar de menos a los cultos simios que juzgaron a Charlton Heston en El planeta de los simios?

          He tenido que venir hasta aquí para conjurar esas pesadillas y comprobar que la FIL Guadalajara sigue siendo ese hermoso refugio de lectores fraguado por Ray Bradbury, porque el Apocalipsis no es el fin del mundo sino el libro que lo narra y cuya primera frase reivindico: "Bienaventurados los que leen".

Fernando Iwasaki (Lima, 1961), su súltimo libros son : Arte de introducir (Renacimiento), Nabokovia Peruviana (Isla de Siltolá), Sevilla, sin mapa (Paréntesis), España, aparta de mí estos premios (Páginas de Espuma)

Lectora

Fotos: 1- La muerte no se ressite a la lectura.

2- Jóvenes en la FIL

3- Antonio skármeta en un coloquio.

4- Una lectora

Cortesía de la FIL / U de Guadalajara

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Líderes inspiradores y creativos · ELPAÍS.com


Líderes inspiradores y creativos

Necesitamos líderes de otra pasta. Con visiones amplias y capaces de sacar lo mejor de cada uno. Apliquémonos el cuento todos, con atrevimiento y con responsabilidad.

Hay personas que cuando se cruzan en nuestro camino nos inspiran. Su presencia nos abre la mirada a otra forma de ver, su ejemplo nos da la esperanza de que el cambio positivo es posible y sus palabras nos dan fuerzas para no tirar la toalla. En esos momentos, esa persona se ha convertido en una fuente de inspiración que despierta nuestra creatividad para ser quienes realmente somos y para atrevernos a decidir, hablar y actuar. Dejamos de ser víctimas de nuestras circunstancias y pasamos a ser responsables y creadores de nuestra realidad. Usted puede ser una de esas personas que a su paso inspira a los demás.

"Para tener capacidad de respuesta creativa y positiva es necesario equilibrar la acción con la reflexión y meditación"

"Los líderes organizativos deben generar culturas en las que los miembros puedan explorar, experimentar y adelantarse""Debemos reinventarnos con visión y no tanta planificación, ya que los planes de ayer ya no sirven para mañana"

Para conseguirlo necesitamos visión, compromiso e inspiración, especialmente ahora que estamos presenciando cómo se desmorona el sistema. Las estructuras económicas basadas en la codicia y el miedo ya no funcionan. Estamos asistiendo a la necesidad imperante de poner fin al consumo desorbitado, al individualismo irrespetuoso con el otro y con el medio ambiente, a las culturas patriarcales y a la opresión de unos sobre otros. Podemos centrarnos en las pérdidas que aparentemente hay y seguir siendo espectadores. O reconocer que está reventando el sistema basado en la especulación y en una burbuja insostenible y que tenemos frente a nosotros la oportunidad de reinventar la manera de liderar y de vivir nuestras vidas siendo actores que inciden activamente en crear una realidad mejor.

¿Qué valores sustentarán esta reinvención necesaria? La generosidad, la solidaridad, el respeto y, sobre todo, el valor de la vida humana. Además, necesitamos atrevimiento. Debemos reinventarnos con visión y no tanta planificación, ya que los planes de ayer ya no sirven para el mañana. Con inspiración, ya que sin ella una ejecución pierde el impulso necesario para ser efectiva. Con atrevimiento para superar el miedo, la inseguridad y la tendencia al control que impera aún en muchos entornos y que nos impide aceptar y asumir la responsabilidad del cambio.

Nuestra responsabilidad

"Sin entendimiento no

habrá confianza. Sin asumir riesgos, nada cambiará"

(Teresa de Calcuta)

Ante los cambios, observemos nuestras respuestas. Si nos resistimos a aceptar el cambio es por nuestros miedos. Podemos aferrarnos a nuestro estilo de vida, a nuestros privilegios, a las ocho pes (posición, poder, propiedad, paga, privilegios, prestigio, persona y puesto), que son como un río en constante movimiento. Vienen y se van y luego aparecen otras que también se irán. Si intentamos detener el fluir del río, creamos una presa, se estanca el agua y provoca una presión que se va acumulando en nuestro interior. Vivimos bajo la presión del tiempo, de las fechas límite, de lo que hay que hacer, pero, sobre todo, la presión que nos provoca el miedo a lo que pueda ocurrir.

Ante esta dinámica del comportamiento humano necesitamos confianza, creatividad y coraje. Ir hacia el interior, saber reflexionar y dejar de buscar culpables fuera. Aunque los hay, podemos asumir la responsabilidad para con nosotros.

Una labor importante a desarrollar por los líderes organizativos es generar culturas en las que los miembros puedan explorar, experimentar, ampliar sus capacidades, improvisar y adelantarse a las necesidades de los clientes antes de que las formulen. A estas culturas se les denomina con frecuencia "culturas de aprendizaje apreciativo". El esfuerzo de innovación exige un tipo de aprendizaje diferente que no sea un mero adaptarse a los retos y resolver problemas.

Este tipo de aprendizaje se centra en imaginar posibilidades e idear nuevas formas de mirar el mundo. La innovación exige estar dispuesto a pensar de forma alternativa. Conlleva un enfoque apreciativo, la habilidad de vislumbrar posibilidades radicales y la disposición para ir más allá de los límites de los problemas. Este enfoque se potencia con la indagación apreciativa, un método de intervención en las comunidades, organizaciones y grupos para descubrir en acción lo que les da vida, su núcleo positivo, sus fortalezas y las aspiraciones colectivas y para diseñar e innovar lo que les dará más vitalidad, mejorando la comunicación mediante los diálogos apreciativos.

La Madre Teresa de Calcuta se dirigió así a un grupo de directivos en un congreso internacional de managements sobre la arquitectura del cambio en San Francisco: "¿Queréis que haya cambio? ¿Queréis que vuestra gente cambie? ¿Les conocéis? ¿Les amáis? Si no conocéis profundamente a vuestra gente no habrá entendimiento entre vosotros, y sin entendimiento no habrá confianza. ¿Amáis a vuestra gente? ¿Hay amor en lo que hacéis? Si no hay amor en vosotros no habrá poder ni fortaleza en vuestra gente. Si no hay fortaleza no hay pasión. Sin fortaleza ni pasión nadie se arriesgará. Y sin asumir riesgos nada cambiará".

Para conocer a nuestra gente tenemos que conocernos a nosotros mismos. Para tener una buena relación con los demás hemos de tener una buena relación con nosotros mismos.

Cuando lideramos desde la confianza abrimos e impulsamos la creatividad y la innovación. Innovamos utilizando nuestra capacidad de imaginar nuevas posibilidades y de generar nuevas propuestas ante estímulos familiares. Creamos espacios de confianza permitiendo que las personas asuman riesgos, que no tengan miedo a equivocarse, que se atrevan a tener iniciativa sabiendo que serán apoyados. Cuando logramos liderar nuestra vida así, inspiramos un movimiento creativo y transformador a nuestro alrededor y en los demás.

al servicio de la humanidad

"La mente es inteligente, pero la inteligencia está afectada de locura e insensatez" (Ekhart Tolle)

Los grandes valores fundamentales que dan sentido y contenido a nuestra vida no dependen de nuestros privilegios, posesiones, roles ni propiedades. Dependerán de nuestra inteligencia, de nuestra conciencia y de ser coherentes e íntegros, de actuar alineados con lo que pensamos y decimos. Debemos aprender a soltar, a no agarrar, a dejar fluir, eso es vivir sin resistencias, siendo creadores de cambios constructivos que provocan mejoras y amplían nuestros horizontes. Para tener esta capacidad de respuesta creativa y positiva es necesario equilibrar la acción con la introversión, el silencio, la reflexión y la meditación. Así iniciamos el camino del autoliderazgo. No podemos ejercer un verdadero liderazgo sobre los demás si no somos capaces de liderar nuestra propia mente, emociones y mundo interior.

Una mente al servicio de la locura no puede servir más que para la destrucción. Para que el barco llegue a su destino, el agua debe permanecer fuera del barco. Para que nuestras mentes puedan servir, la atmósfera del mundo debe permanecer fuera de nuestras mentes. Que no ocurra que la atmósfera circundante penetre en el barco de nuestra mente, sino lo contrario, que las vibraciones de una mente positiva y limpia influyan en nuestro entorno, fortaleciendo a los que viven en el mundo. Para tener una mente capaz de sanar el mundo, primero tenemos que sanarnos a nosotros mismos, cultivando poderes sanadores como la esperanza, la armonía, la compasión, el compromiso, el perdón, la tolerancia y el respeto.

Líder servidor

"Solo un servidor fiel puede ser un líder verdadero" (Alan Axelrod)

Un líder es el arquitecto creador de cambios y que señala la dirección con sentido. Su liderazgo está siempre al servicio de la empresa, la organización, la comunidad, el pueblo. Debe ser capaz de ver más allá de sus necesidades personales para servir también a las necesidades de la organización o comunidad de la que forma parte.

La avaricia como motor del capitalismo no puede sustentar una empresa, un pueblo ni un país por mucho más tiempo. Se requiere una visión más amplia, que reconozca la necesidad de la justicia social y de la prosperidad para todos. El liderazgo servidor no solo es un liderazgo ético, sino que es un motor necesario para un capitalismo sostenible. Así como el liderazgo verdadero es servicio, el servicio verdadero es liderazgo. El líder servidor puede siempre ofrecer servicio. Al ofrecerlo recibe beneficio creando, guiando y nutriendo a aquellos a quienes sirve. Lo que da lo recibe multiplicado.

De víctima a líder

Gandhi cuestionó la soberanía de los británicos sobre el pueblo indio: "Los ingleses no han tomado India", escribió, "sino que nosotros se la hemos cedido. Superaremos la atadura de ser esclavos en el momento en que nos consideremos seres libres". En el corazón de la campaña de Gandhi para liberar India estaba su misión de elevar la conciencia de los indios por encima del poder persuasivo del Gobierno colonial británico. Gandhi infundió confianza en el pueblo indio para que cambiara la visión de sí mismo y pasara de sentirse víctima a asumir la responsabilidad que se requería para liberarse. Gandhi fue un ejemplo de verdadero líder, consciente de su identidad esencial, "del alma", y asentado en su posición interior.

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